Me parece una mentira
Pero si miro bien de cerca
y veo con precisión los actos
sé que es la realidad dura.
Y yo soy blanda.
Me duele. Si.
No quiso admitir en el pasado.
Ahora que soy bastante mayor
me he dicho que ya no me hago fábulas.
Nunca mas.
Hace unos días ahora
y tengo que decir que no es tan fácil como sospeché.
Cuando era una niña pequeña me gustaba
las películas de dibujos animados.
Estaba embrujada de las princesas con
eso pelo largo fabuloso y sus voces altas maravillosas.
¡No olvidar sus ropas estupendas!
Soñaba con ser una princesa yo misma
Con encontrar mi príncipe en su caballo blanco.
Tuve seis años.
Ahora cuento veinte candelas en mi tarta de cumpleaños.
No puedo decir que no me siento una princesa.
Tengo un armario pleno de ropa.
Pero no siento que eso me llena.
Cada día mira a través de la ventana y nunca ya
he visto un caballo blanco.
Ni siquiera sin príncipe.
No me pierdo el fe nunca.
Sé en mi corazón que en algún día
silba alguien desconocido aun en mi oreja
y dice que me ama.
deborelle 